Freeganism: comer alimentos que han sido desechados por otros

No tenía idea de su existencia, pero hace unos días me encontré con que el freeganism es un movimiento que existe desde los 90. ¿De qué se trata? Bueno, los freegans son personas que intentan participar lo menos posible en la economía haciendo uso de la mínima cantidad posible de recursos y para comer buscan en los basureros de restaurantes y supermercados alimentos que para ellos están en perfectas condiciones.

La palabra freegan, tiene su origen en la unión de las palabras free, libre, y vegan, vegano, aunque no todos los freegans son necesariamente veganos. Se calcula que un tercio de la comida del mundo se pierde y los freegans protestan contra esto consumiendo desechos, reclamando que toda esa pérdida estimula la degradación ambiental, el desperdicio de recursos y la hambruna. Y no tan sólo recolectan comida, también  reutilizan todo tipo de artefactos y elementos que les permitan no participar de la economía, ni comprando ni vendiendo. Hay varios casos de freegans más extremos que llevan años sin usar un sólo peso, Daniel Suelo es un claro ejemplo, lleva doce años sin usar dinero viviendo en una cueva en el desierto de Utah. Plasma toda su experiencia a través de su blog, el cual puede actualizar ya que en la biblioteca más cercana le permiten usar internet gratis.

Desde la mirada de la industria de la gastronomía esto es impensable, sabemos que las reglas de higiene son pasadas a llevar, de hecho hace pocos días terminamos asqueados hasta decir basta con el caso de la fábrica de materia grasa mostrado en Esto no tiene nombre, pero es el must número uno para cualquier buen cocinero y para cualquier comensal, cuidamos nuestra salud, la de nuestros clientes y el fracaso de nuestros negocios tratando de respetar cadenas de frío, manteniendo la limpieza de nuestros lugares de trabajo y buscando productos frescos que es precisamente lo último que podríamos encontrar en un basurero. Entonces ¿De qué manera podrían sentarse a conversar freegans y cocineros?, hasta el momento para nosotros los cocineros el tema principal es la comida, los sabores y texturas que podemos lograr, etc. Por su parte, para los freegans es una elección política que pasa a través de la comida. Pero como cocineros es hora de que llevemos a la comida más allá utilizándola como herramienta para hacer política de una manera más amplia y segura que recoger alimentos de la basura, abordando innumerables temas que deben transformarse en política pública, tales como el uso de recursos, educar a la sociedad respecto a la importancia de la alimentación, transgénicos, entre otros. 

De manera personal creo que los freegans son un movimiento que, por lo menos en lo que la alimentación concierne, no logra ser una solución real para los problemas de uso de recursos y daño ambiental que producimos, de hecho en el video que les muestro más abajo uno de sus adherentes lo reconoce. De todas maneras genera conciencia, sobretodo después de ver la cantidad de alimentos que logran recolectar de los basureros, pero este debería ser un accionar micro que debería apuntar a lo macro  generando conocimiento, promoviendo políticas que regulen la agricultura, productores, distribuidores, restaurantes, casinos, escuelas, colegios y universidades, para que el día de mañana exista menos huella de carbono y desperdicios, pero no porque haya aumentado la cantidad de freegans en el mundo, sino porque tal cantidad de desperdicios nunca llegaron a esos basureros.

Por ejemplo en Alemania el trabajo de buscar alimentos en basureros es mucho más difícil para los freegans porque los supermercados donan sus desechos a caridad. Las donaciones son alimentos que están en perfectas condiciones para ser consumidos por humanos, pero que por su apariencia no serían comprados por sus clientes. También está el caso de los Post-consumidores, movimiento que es un poco más flexible que los freegans y que dan énfasis a consumir alimentos que según la fecha indicada en su envase están vencidos. En un foro leí que un ingeniero de alimentos decía que la fecha de vencimiento de los alimentos se calcula 6 meses antes de la descomposición de ellos, por lo que no habría ningún problema. También sería interesante investigar si existe fiscalización respecto a las fechas de vencimiento, tomando en cuenta que a los supermercados obviamente les favorece decir que el producto durará menos de lo que realmente podría durar. De todas maneras este movimiento se guía por lo que el olor y apariencia del alimento pueda indicar, de hecho a quien no le ha pasado al revés y una leche que no está vencida viene cortada, aquí el sentido común manda. Eso sí, ese sentido común fácilmente se puede convertir en una gran debilidad porque no podemos fiarnos de que todos tengamos el mismo sentido común y ese es el fin de las instituciones gubernamentales precisamente, que nos cuiden como ciudadanos y consumidores (Todo pensado en un mundo en el que todo funciona como debe jaja)

Los dejo con un mini documental, Bin appetit, que muestra a un grupo de freegans, sus opiniones, recetas y salidas nocturnas en busca de comida. Lamentablemente no tiene subtítulos, pero los que no hablen inglés podrán hacerse una buena idea de este movimiento con las imágenes.