Recetas

viernes, 9 de marzo de 2012

Festival Costumbrista Chilote


Anunciada como la feria de la biodiversidad, el Festival Costumbrista Chilote, se desarrolló entre el 15 y 19 de febrero. Por $600 tenías acceso a la entrada, caminabas unos 300 metros y te encontrabas con un terreno inmenso, con miles de puestos por descubrir y para mi suerte y la de mis amigos en un día maravilloso de sol.

Varias de las fotos de la feria se las mostré en el post anterior, pero necesitaba hacer incapie en este festival porque estuvo demasiado bueno. Desde que entré y hasta que me fui, mi experiencia fue totalmente expedita, deliciosa e interesante, realmente había una gran variedad de productos y preparaciones desde curanto, cancato, asado de cordero, asado de vaquilla, chochoca, milcao, empanadas, ceviche de salmón, ceviche de cochayuyo, un puesto tenía ceviche de lo que se te antojara, sopaipillas, dulces, cazuelas, lechon, anticuchos, pulmay, papas rellenas, tortillas y muchas cosas más que te hacían conocer y saborear una amplia variedad de lo que se come en el sur de Chile. Todo preparado por manos trabajadoras, que se ganan el pan día a día en cocinerías elaborando con cariño sureño cada plato. Eso es lo que precisamente marca la diferencia y hace que uno respire autenticidad, chilenidad, el hecho de que todo esté preparado con productos frescos, autóctonos, si le preguntas algo en algún puesto las personas saben perfectamente como está hecho todo, de hecho te enseñan, te cuentan sobre los tiempos de cocción, o que hace cuanto tiempo viven ganándose los porotos de eso, que donde tiene su local el resto del año, etc.





Para mi fue como ir al Mistura chileno, pero parece que no sabemos que lo tenemos, porque hasta el momento no he visto artículos sobre el festival en ninguna parte, yo tampoco sabía de su particular existencia a pesar de que la de este año fue su versión número 11. Antes había ido a Chiloé y había asistido a otras ferias costumbristas, pero mucho más pequeñas. Este festival era inmenso, el día que fui estaba llenísimo, pero era tanto el espacio y la cantidad de puestos que no tenías que hacer fila para comprar y tampoco había problema para encontrar un lugar para sentarse, es decir, es una de las tantas buenas ferias de Chiloé, pero tiene una envergadura y mayor profesionalismo que permitiría desarrollar una difusión nacional e internacional mucho más potente.





Además de comida también había una gran oferta de productos tejidos en lana de oveja, artesanías en madera, también productos gourmet como salicornias (espárragos marinos que sacan en Ancud), cochayuyo y luche entre otras algas hechos especia y quesos, entre otros. También había un espacio para los animales, estaban en exhibición vacas, lechones, aves más exóticas para los ojos santiagüinos y hermosas para los de cualquiera, además de puestos informativos de la CONAF para conocer más del bosque nativo.






Por supuesto que el festival también contaba con música, había un escenario en el que durante todo el día pasaron distintos shows artísticos, bailarines, grupos de música folcklorica, otros más estilo fusión latinoamericana y hasta humoristas, pero que eran de la zona y que desde su acento hasta el estilo de su humor también mostraban su cultura, su riqueza, con mis amigos estábamos todos muertos de la risa.


Definitivamente un 7 para el festival, muy bien organizado, muy bien pensado, una oferta increíble de la cultura de la zona que permitía llevarse una muy buena captura de ese pedazo de sur maravilloso. Hasta el folleto que te daban en la entrada era bueno, súper bien detallado, con los horarios, con un mapa súper claro que te mostraba en que puestos podías encontrar cada plato y a cuanto. Respecto a los precios, buenísimos, lo más caro era el curanto a $4.000, pero era una porción tan grande que si o si había que comerlo entre dos.

Ojalá el próximo año puedan asistir, sin duda lo pasarán increíble, saldrán con el paladar en éxtasis, la guatita llena y el corazón más que contento. 

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