Recetas

martes, 6 de diciembre de 2011

De visita en: Casa Mar


Este año para mi cumpleaños mi familia me invitó a almorzar a Casa Mar, lo cual no fue una elección al azar, sabían que hace mucho tiempo quería conocer ese restaurant y es que el nombre de Tomás Olivera (ex chef ejecutivo del Ritz-Carlton) había estado sonando mucho en todos lados y siempre con muy buenos comentarios por su trabajo, eso plus la onda que se alcanzaba a percibir al navegar en la página web me tenían ansiosa de conocer en primera persona sus sabores y estilo.

Y bueno finalmente en el restaurant pasé un almuerzo muy agradable con sabores y texturas exquisitas, para empezar pedí un frambuesa sour, refrescante, ni muy suave ni muy fuerte, la verdad es que no era una gran fan de los sours, pero últimamente me estoy haciendo bien amiga de ellos. Para picar un cebiche de atún, que estuvo buenísimo, llevaba un toque justo de jengibre, pasó por la aprobación de todos.


Luego de fondo yo pedí merluza austral con puré de apio y salsa de ostiones. Fue una muy buena elección, la merluza estaba muy sabrosa y cocinada en su punto, y que decir de los ostiones, maximizaba los sabores de todo el plato. Mi único pero fue el puré porque de verdad no le sentí sabor a apio, mi mamá también comió del mismo puré y pensó lo mismo que yo.


Mi mamá pidió salmón con puré de apio y camarones, todo exquisito sin contar lo que ya conté sobre el puré. Y mi papá pidió garrón de cordero con puré de papas rústicas, su plato no lo probé, pero él se lo comió completo, así que su plato vacío dijo bastante.



Fui la única en pedir postre y me fui por un mousse de chocolate con salsa de maracuya, el contraste del chocolate son la salsa estaba preciso, y me gustó mucho que el mousse no era relajante, así que me lo pude comer completito. Lo único que podría criticar del postre, es la presentación del mousse, creo que el mangueado no favorece la tentación que todo postre debe producir, no dice precisamente cómeme!, a mi gusto debería estar un poco más definido, la solución que le dieron para emplatarlo es el único detalle que no me convence.


A la buena comida se suma un muy buen servicio, un estilo moderno, que llega a ser elegante, pero a la vez fresco y relajado, a! y los detalles que hubieron durante el almuerzo también se agradecen, primero un apettizer que consistía en un trocito de malaya y entre el fondo y el postre un sorbet de limón de pica demasiado rico y refrescante.

Les cuento que por estos días Casa Mar está renovando su carta así que tendremos que ir nuevamente a probar la mano del chef. Si quieren conocer esta nueva propuesta más a fondo hagan click aquí para echarle una mirada en su página web.

Bone appétite y hasta muy pronto!

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